Cuartel de Tichla, Sahara Occidental y foto de restos de un junker de la época española tomado en 1971 por Juan Piqueras |
Diario La Realidad Saharaui, DLRS,
Madrid lunes 11 noviembre de 2017
"La Bandera de Tichla" un articulo de Francisco Javier Perote, coronel retirado y
escritor conocedor de la historia del periodo colonial del Sahara Occidental.
"Hay quién ha puesto interés en hacer ver que Brahim obró movido por su gran patriotismo y amor a España, que seguro que sí lo tenía. Pero lo que hizo Brahim, probablemente tuvo más que ver con un gran amor a su propia dignidad".
Hace tiempo, cuando los mozos iban a la mili,
lo peor que les podía tocar era África.
África era nombre de mal agüero. En las calles, las niñas saltaban a la
comba cantando:… “En el barranco del lobo hay una fuente que mana sangre de los españoles que murieron por la patria.
Pobrecitas madres cuánto llorarán al ver que sus hijos a la guerra van…
pobrecitas madres cuánto llorarán“….y seguía y seguía.
Tichla está al sur del antiguo Sáhara español
en el Tiris al Garbía. Allí no llegó la
guerra de Marruecos, pero años después, en el 58, sí hubo enfrentamientos con
numerosas bandas armadas ─
el Ejército de Liberación. Un tal Ben
Hammu las mandaba.
Algunos puestos españoles esparcidos por el
desierto quedaban indefensos y se temía
repetir un nuevo Anual─ España ya tenía en su historia
numerosos héroes; no hacían falta más─. Se dio la orden de abandonar
algunos, y que otros quedasen guarnecidos solamente por
tropas nativas.
Burhi, el sargento al mando del destacamento de
Tichla, no entendía que para defender en
el Sahara los intereses de España se retirase precisamente a los soldados
españoles y abandonasen solos y casi desarmados a los soldados saharauis.
Parecía que debía ser al revés. Pero Burhi era militar y aunque no le gustó ni entendió, acató la
orden y se mantuvo en su puesto.
El Comandante Troncoso, durante un vuelo de
reconocimiento, pudo observar que en Tichla
aún ondeaba la bandera española. Se suponía que el puesto ya debía de
haber sido abandonado pero, al parecer, no era así.
¿Quién era aquella gente alborozada que desde tierra hacían señas al avión con los brazos en alto?
─ ¡Es Burhi mi comandante, seguro que es él!─
las palabras salían emocionadas─.
Estaban rodeados pero Troncoso no se lo pensó
dos veces y ordenó al piloto tomar
tierra.
─ ¡Vamos a rescatarlos!
─ Yo no puedo hacer eso mi comandante.
Troncoso hace ver su condición de Delegado del
Gobierno y se impone. Minutos después, levantando pequeñas nubes de polvo, el avión rueda por
la pista hasta las puertas del fuerte. El piloto no para los motores, pues no
es seguro que los pueda arrancar otra vez. Abren la portezuela y se lanzan
cuerpo a tierra para tomar posiciones
defensivas alrededor del avión. Un grupo de saharauis se acerca a la carrera
gritando.
─ ¿Quiénes son?
─ ¡Peligro! ¡Ya están cerca, calma! Son los nuestros pero no está Brahim.
¿Qué ha ocurrido? La situación es crítica,
eléctrica, y los nervios van a estallar.
Es imposible esperar más, están rodeados. Por fin aparece el sargento, lleva un envoltorio en las manos.
Ya en el avión, le reprocha el comandante la
tardanza.
─Vamos a
ver Brahim: ¿Se puede saber dónde te habías metido?.... ¡Menudo susto nos has
dado!
Brahim Sidahmed Uld Burhi, sargento de la Policía
Territorial, una vez calmada la tensión tras el reciente ajetreo, deshace con calma el envoltorio que llevaba
en las manos y muestra al comandante la bandera que escasos minutos antes
ondeaba en el mástil del fuerte. Brahim se había retrasado para
arriarla con los debidos honores y que no cayera en manos del enemigo. Brahim
no podía abandonarlo todo y salir corriendo, porque lo que de él se esperaba
era todo lo contrario.
Hay quién ha puesto interés en hacer ver que
Brahim obró movido por su gran
patriotismo y amor a España, que seguro
que sí lo tenía. Pero lo que hizo Brahim, probablemente tuvo
más que ver con un gran amor a su propia
dignidad.
Brahim Burhi estaba seguro de que no les
abandonarían; siempre creyó que Troncoso iría a rescatarlos.
Brahim merece un respetuoso recuerdo.
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